Como elegir el mejor vidrio para enmarcar

Como elegir el mejor vidrio para enmarcar

Tipos de vidrio para enmarcar

Aquí una guía entretenida sobre qué sí y qué no a la hora de elegir el vidrio

Te has preguntado ¿cuál es el vidrio ideal a la hora de enmarcar tus cuadros? Vamos a averiguarlo desde cero.

Todo lo que enmarques lleva vidrio (salvo las piezas que te platicaré al final de esta entrada), pero el tipo de vidrio que elijas puede resaltar o arruinar la vista de lo que se encuentra detrás de él, es por esto que quiero ayudarte a desenmarañar las opciones que tienes cuando quieres «conservar lo que de verdad importa».

El vidrio sencillo o transparente.

Este es el más común de los vidrios y, como todo, tiene ventajas y desventajas. Cumple la función de proteger las obras del polvo, contaminación y desechos de animales, pero no protege a la obra de la luz y sus rayos ultravioleta que tanto daño hacen al color y al papel. Es económico y muy fácil de conseguir, digamos que es el más común de su especie.

Tiene un pequeño defecto que todos odiamos: te verás reflejado tú la mayoría de las veces y tendrás que mover tu cara y tu visión hasta lograr ver la obra detrás del vidrio. Es resistente al paso de los años y, salvo su inutilidad para proteger de los rayos UV, no es agresivo con las obras de arte y es muy recomendable que lo uses la mayoría de las veces ya que aporta naturalidad y luminosidad al objeto enmarcado.

¿Qué debemos enmarcar con vidrio sencillo? Acuarelas, litografías, obra gráfica, carboncillos, serigrafías, trabajos manuales, fotografías (aunque éstas siempre deben llevar marialuisa para separarlas del vidrio y así evitar se peguen al vidrio por los efectos de la humedad del ambiente), dibujos, pasteles (el mismo caso de las fotografías, sí ó sí, ponles una marialuisa).

Este vidrio es ideal cuando la obra a enmarcar no tiene un alto valor económico o sentimental. Más adelante conocerás el mejor vidrio, el que debes usar cuando tus obras tienen un alto valor económico.

 

Vidrio antirreflejante.

Este vidrio goza de mucha fama, pero sus bondades no son tantas. Al ser un vidrio que evita los reflejos, mucha gente lo prefiere y lo elige para enmarcar obras de arte, sin embargo, hace que la obra pierda brillo, color, definición, detalle, etc. con lo cuál, a pesar de lograr pocos reflejos, obtienes una pobre visión de la obra a enmarcar.

Es por eso que este vidrio me gusta recomendarlo para enmarcar cosas que no tienen tanta importancia en la técnica. Así, nos inclinaremos por enmarcar con vidrio antirreflejante los rompecabezas, posters, carteles, títulos (aunque son muy importantes, no son una obra de arte) y cualquier recuerdo que hayamos traído de un viaje como pueden ser boletos, entradas, postales, textiles, etc.

 

 

 

Acrílico.

El acrílico tiene la ventaja de ser irrompible y que es muy ligero. Se recomienda para lugares con mucho tráfico pues podemos evitar un accidente si el cuadro se cae. También puede ser una opción cuando la obra es de un tamaño muy grande.

Tiene la desventaja de ser susceptible a las rayaduras y, a diferencia del vidrio sencillo, no conserva su brillo por muchos años. Cumple la función de proteger del polvo y la suciedad, pero es caro para su pobre aportación al enmarcado. En INQUADRA MARCOS lo usamos mucho para hacer capelos y así conservar objetos haciéndolos lucir en todo su esplendor.

 

Vidrio de Museo.

Este es el rey de todos los vidrios. Concebido inicialmente para museos, las obras de arte quedan totalmente protegidas de los rayos UV lo cual permite que conserven su color, valor y originalidad por muchos años. Y lo mejor de todo: el vidrio es ultratransparente! Yo recomiendo enmarcar TODAS las obras originales con este súper vidrio.

Es una inversión que vale mucho la pena ya que no sólo la luz del sol decolora las obras, también son susceptibles a la luz artificial. No hay nada más triste que desenmarcar una serigrafía de un artista y descubrir que, detrás de la marialuisa los colores eran vibrantes y ahora lucen totalmente deslavados.

Existen 2 versiones: Protección del 70% y protección del 99%. La elección entre una protección avanzada y una protección total dependerá básicamente de tu presupuesto pero sobre todo, del valor económico de la obra de arte. Recuerda que la mayoría de tus obras de arte son una inversión que puede revalorarse con el tiempo, así que, entre más cuides de ellas tu inversión estará más protegida.

Dale una oportunidad a tus obras de arte.
Usa vidrio de museo.
 

En conclusión, usa el vidrio sencillo si quieres apreciar los colores, la técnica, el brillo, la naturalidad y la esencia de un autor que puso todo su talento y amor en elaborar cualquier obra de arte.

Usa vidrio antirreflejante cuando no quieres ver reflejos, pero, lo que está adentro no fue hecho a mano por un artista, por ejemplo documentos.

Elige acrílico si vas a transportar un cuadro o si estará en la habitación de los niños, así podrás dormir tranquilo sin miedo de que el cuadro caiga y el vidrio se convierta en un peligro.

 

Y por último, la mejor elección será usar vidrio de museo cuando quieras conservar por muchos años el color y el arte en todo su esplendor, o, simplemente cuando quieras ver a través de un vidrio invisible.

Todas las obras que fueron elaboradas con amor por algún artista, reconocido o no, llevan en su esencia el tiempo y trabajo de su autor y merecen ser protegidas por muchos, muchos años.

 

Es importante que sepas que hay cuadros que no llevan vidrio y éstos son los óleos y acrílicos. Normalmente vienen pintados en un lienzo o tela tensada en bastidor o a veces en una tabla de madera comprimida. Tampoco llevan vidrio las impresiones que se hacen digitalmente en canvas. Estas también están impresas sobre una tela y generalmente tienen un recubrimiento plástico que las conservará y te permitirá limpiarlas con un paño casi seco. Este tipo de obras de arte no llevan vidrio por dos razones:

  1. Para permitirles respirar y continuar su proceso de secado que, en algunas ocasiones puede llevar años
  2. Porque pueden ser limpiados de polvo sin agredirlos o maltratarlos.

Así que, ahora lo sabes, nunca pongas vidrio a una obra de arte original pintada en lienzo (tela tensada en un bastidor) o en una madera.

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